La Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sahara (CEAS-Sahara), reunida en la VII Asamblea en Rivas Vaciamadrid los días 8 y 9 de junio de 2013, quiere manifestar ante la opinión pública lo siguiente:
Coincidiendo con el 40 aniversario de la fundación del Frente Popular de Liberación de la Saguia el Hamra y Río de Oro (POLISARIIO), movimiento de liberación nacional del Sahara Occidental, reconocido por la ONU y la Comunidad Internacional, CEAS-Sahara reitera su solidaridad y compromiso para acompañar la justa lucha del Pueblo Saharaui hasta que este alcance su total autodeterminación.
Felicitamos al Frente POLISARIO y a la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) por los logros alcanzados a favor de la libertad y el desarrollo político y social de su pueblo y reafirmamos nuestra voluntad de cooperar en esta tarea.
Denunciamos, una vez más, la responsabilidad legal, histórica y política que tiene el Estado español en el llamado conflicto saharaui que no es más que un proceso de descolonización inconcluso en el que España sigue siendo “de iure” la potencia administradora del territorio del Sahara Occidental.
En función de esta responsabilidad, exigimos del gobierno español que,
Asuma, de una vez por todas, un papel activo en todos los foros pertinentes, internacionales y locales, para que el Pueblo Saharaui pueda decidir sin más tardanza sobre su propio destino a través de un referéndum de autodeterminación, libre, transparente, verificable e imparcial.
Reconozca de forma clara al frente POLISARIO como único representante legítimo del Pueblo Saharaui y, como paso previo al reconocimiento de la RASD, le otorgue el trato y estatus diplomático que merece como tal.
Promueva las iniciativas políticas, económicas y diplomáticas necesarias para garantizar los derechos fundamentales, políticos, sociales, económicos y culturales del Pueblo Saharaui.
En tanto el Pueblo Saharaui no disponga de libertad para administrar sus propios recursos, ponga a disposición de la población saharaui, en particular de los refugiados y refugiadas, los medios económicos y materiales suficientes para mantener una vida digna.
En tanto dure la ocupación ilegal del territorio por Marruecos, se abstenga de realizar o promover acuerdos políticos, económicos o de cualquier tipo con el reino marroquí que se relacionen con el contencioso saharaui o afecten negativamente a la búsqueda de soluciones justas para el conflicto.
Reconozca de forma clara al frente POLISARIO como único representante legítimo del Pueblo Saharaui y, como paso previo al reconocimiento de la RASD, le otorgue el trato y estatus diplomático que merece como tal.
Promueva las iniciativas políticas, económicas y diplomáticas necesarias para garantizar los derechos fundamentales, políticos, sociales, económicos y culturales del Pueblo Saharaui.
En tanto el Pueblo Saharaui no disponga de libertad para administrar sus propios recursos, ponga a disposición de la población saharaui, en particular de los refugiados y refugiadas, los medios económicos y materiales suficientes para mantener una vida digna.
En tanto dure la ocupación ilegal del territorio por Marruecos, se abstenga de realizar o promover acuerdos políticos, económicos o de cualquier tipo con el reino marroquí que se relacionen con el contencioso saharaui o afecten negativamente a la búsqueda de soluciones justas para el conflicto.
Exigimos la retirada de todas las fuerzas civiles y militares de ocupación marroquíes del territorio del Sahara Occidental.
Como paso previo a esta retirada, exigimos la liberación inmediata de todas las personas saharauis presas, detenidas o desaparecidas, delimitar las responsabilidades políticas y jurídicas de los autores de crímenes y proporcionar a todas las víctimas las compensaciones económicas y morales que les corresponden.
Igualmente, exigimos el fin inmediato de la explotación de los recursos naturales del Sahara Occidental por cualquier estado o empresa particular, sin el previo consentimiento expreso de los representantes legítimos del Pueblo Saharaui.
De la misma manera, exigimos de los organismos internacionales, en particular de las instituciones de la ONU y de la UE, la vigilancia y supervisión de los aspectos anteriormente citados y del cumplimiento estricto de la legislación internacional. Consideramos muy urgente que la MINURSO asuma la vigilancia de los derechos humanos en el territorio y establecer un plan para el desmantelamiento de las infraestructuras de guerra y represión generadas durante el conflicto, como son el muro de la vergüenza y los miles de minas que lo rodean.
Rivas Vaciamadrid, 9 de junio de 2013.