Ha sido aplazado, una vez más, el juicio contra los veintitrés detenidos en relación con los sucesos de Gdeim Izik. Una convocatoria, pospuesta como lo ha sido en anteriores ocasiones, y que pretendía responsabilizar, a civiles, ante un tribunal militar a quienes se ha retenido ilegalmente durante dos años en prisión preventiva, y sometido a vejaciones y torturas notorias y recogidas en informas públicos. Los dos Abdulahi, Ahmed, Babeit, Brahim, Cheij, Deich y el resto de sus compañeros no son sino los rehenes en quienes castigar la osadía de intentar llevar cabo una protesta pacífica contra el poder ocupante de su país. Ese es su delito y el que recae de forma permanente sobre todos los y las saharauis siempre bajo sospecha de sedición. Una consecuencia del fracaso silenciado, pero clamoroso, de la proclamada anexión.
Esta suspensión se enmarca en el intento de ocultar la violación permanente de los DD HH. En el Sahara Occidental ocupado militarmente por el ejército marroquí, y ante la próxima visita del día 27 que inicia a los países implicados en el conflicto por parte de Cristopher Ross, enviado especial del secretario de la ONU para el Sáhara Occidental. Una visita que, cabe recordar, fue denegada hace meses por las autoridades marroquíes que, además, le retiraron su confianza sin conseguir otra cosa que la reafirmarle en su mandato por parte del Secretario general de la ONU.
Desde el año 2002, la protesta pública de la población saharaui en base a reivindicaciones sociales y acciones de contenido político se ha hecho más patente con las llamadas intifadas. Una dinámica que ha coincidido con la constitución de asociaciones de defensa de los derechos humanos cuya persistente y continuada actividad ha conseguido reconocimiento internacional a pesar de no haber obtenido su legalización por parte de las autoridades marroquíes.
Por muchos aplazamientos que haga Marruecos de los “Juicios Militares” a jóvenes saharauis indefensos, no podrá ocultar la injusta situación que vive la población civil saharaui, sometida a todo tipo de torturas, detenciones ilegales y juicios sin ningún tipo de garantías…como han testificado el Relator de las NN UU. Contra la Tortura, y la Fundación R. F. Kennedy, en sus recientes visitas al Sahara Occidental
¿Hasta cuando los Gobiernos europeos mantendrán una silencio cómplice con esta situación?
¿Hasta cuando la hipocresía, y anteponer los intereses económicos a los derechos humanos?